El día que el cervatillo nació todo fue una gran fiesta en el bosque. Todos se acercaron a ver tan perfecta criatura, orgullo de sus padres y envidia del resto de animales. Pero al margen de tan memorable acontecimiento ese día también despertó a la vida otra criatura, una hermosa tortuga, que nació allá en la charca, en lo más profundo del bosque. Nadie acudió al alumbramiento, excepto sus padres y algunos peces del humedal.
A pesar de tener unos orígenes tan distintos y distantes, el cervatillo y la tortuga crecieron juntos en el bosque, compartieron juegos, enseñanzas y cultivaron una hermosa amistad. Pero los avatares de la vida, las obligaciones y los roles de cada uno en el entramado social del bosque les fue separando.
Así cuando nuestro cervatillo creció y le despuntaba la cornamenta, la manada lo aceptó como adolescente, fuerte y brillante, todo el bosque acudió a darle la enhorabuena, deseándole que un día se convirtiese en jefe de la manada. La tortuga también acudió, fue la última en llegar y dar su enhorabuena al cervatillo, pero además le advirtió de los riesgos de luchar por el trono de la manada….el ciervo le agradeció la advertencia pero no la tuvo en cuenta, al fin y al cabo la tortuga formaba parte ya de su pasado, y su presente estaba cargado de amigos y su futuro lleno de expectativas de grandes empresas y logros.
Y pasaron los años y llegó el día en que nuestro cervatillo, ahora todo un joven ciervo en la plenitud de sus facultades, consiguió ser el rey de la manada. Se organizó una gran ceremonia en el bosque, acudieron todos los animales, todos querían felicitar al gran ciervo. Cuando se hubo acabado la celebración y ya se habían retirado casi todos los animales, llegó la tortuga (largo camino la separaba de su charca). Felicitó al rey, le deseó lo mejor y éste se lo agradeció. Como recompensa a su antigua amistad le invitó a quedarse con él en esa parte del bosque, “amigo aquí no te faltará de nada, ven conmigo, hazlo por nuestra vieja amistad” argumentó en tono solemne el gran ciervo. “No gracias viejo amigo, tengo mi vida y mis propias expectativas, pero cuando me necesites no dudes en avisarme, siempre estaré para un amigo”.
El ciervo se sintió molesto con la actitud de la tortuga, no entendía que no quisiera compartir con él aquel momento en el que el lo había conseguido todo y no entendía que tuviera cosas mas importantes en que pensar. Pero pronto lo olvidó todo.
Pasaron los años y el ciervo gobernó con maestría el grupo y el bosque, desposó varias hembras y tuvo numerosos retoños, todo el mundo le admiraba y todos los días se lo hacían saber. También recibió felicitaciones de la tortuga a través de otros animales, pero nunca volvió a acudir a su presencia. Y así poco a poco el ciervo olvidó la vieja amistad que lo unía con la tortuga.
Pero llegó el fatídico día en que el ciervo se hizo mayor, perdió vigorosidad, y fue aprovechado por otro semejante mas joven para derrocarlo como rey del bosque. Nadie lo felicitó por sus muchos años de servicio y dedicación al grupo, nadie tampoco se apiadó de él en tan injusto momento, todos los que antes lo admiraban, ahora lo criticaban como viejo y débil. Se sintió sólo, humillado y abandonado por los que el más quería. Pasaron días de tristeza, hambre y penurias. Cuando mas desesperado y deprimido estaba llegó la tortuga. Estaba mayor y le costaba caminar, pero nada mas conocer la noticia no dudó en abandonar su charca para ir a ayudar a su amigo.
Lo consoló, le dijo que sí, que era injusto lo que le estaba pasando, pero también le confesó que era ley de vida. Le ofreció su hombro para que llorase en el. Y le susurro al oído un secreto: “en momentos difíciles refúgiate en tus verdaderos amigos”.
Lo primero es luchar por tu dignidad, no te muestres derrotado, muéstrate como alguien que conoce su destino y lo acepta, pero lucha por mejorarlo.
Viajó con la tortuga a lo mas profundo del bosque y allí conoció a su familia, allí encontró el mundo y la vida de su amigo que se abrieron ante él como un libro deseoso de ser leído. Una vida desconocida para él, debido a la ceguera que su propio egoísmo le había provocado.
Conoció a la feliz familia de su recuperado amigo, se dio cuenta de que en su charca no era lento como en tierra, sino un perfecto nadador y muy respetado. También se dio cuenta que a pesar de ser muy importante allí, su amigo había acudido en su ayuda cuando el lo necesitó, y jamás lo hizo de forma prepotente ni con aires de superioridad. Se dio cuenta entonces del significado de la palabra AMIGO.
Los verdaderos amigos están siempre ahí.
En los buenos momentos en un discreto segundo plano.
En los momentos menos buenos suelen ser los únicos a tu lado,
Entonces se hacen permeables a tu dolor, se llenan con él para ayudarnos con tan terrible carga.
MORALEJA
No es tu mejor amigo el más cercano, sino el que está siempre ahí.
ches.
(para Xoel, espero que sepas valorar a tus verdaderos amigos)
(para Xoel, espero que sepas valorar a tus verdaderos amigos)
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