lunes, 1 de agosto de 2011

El bosque infinito

Imaginad un niño que sale un día enfadado de casa de sus padres. Como vive en una granja se escapa por la pradera. Tras caminar largo rato divisa al fondo un bosque.
Hermoso, colorido y acogedor, pero a la vez misterioso. La curiosidad hace crecer en él la duda de como será, si le gustará tanto como la primera impresión que ha tenido al verlo. Su estado actual de enfado con sus padres hace que la posibilidad de saltarse la prohición de éstos a alejarse de casa sea excitante y tentadora. Pero el deseo de alcanzarlo solo es comparable a la sensación de inseguridad de alcanzar lo prohibido. Por eso el niño da el primer paso y se adentra en el bosque. Éste es sorprendente, lleno de vida, de colores, las flores y los árboles crecen y los animales disfrutan, todo es armonía. Cada vez se adentra mas y mas y se enamora mas de su luz, pero no se da cuenta de que a su espalda se cierra el camino de regreso a casa, la espesura lo va tapando, y el niño ha olvidado dejar un rastro visible para volver.

Por aquel entonces sus padres están muy preocupados por él y salen a buscarlo. Gritan su nombre a los cuatro vientos y no obtienen respuesta. Al pie de la montaña, al grito de llamada contestó una voz alta, grave y profunda, jamás supieron de quien era, pero parecía que saliese de la misma montaña:

- Buestro hijo se a adentrado en el bosque infinito- dijo la voz.

- Y por que se llama así si se puede saber?- preguntó el padre.

A lo que la voz contestó que el bosque poseía una belleza infinita e incomparable para el que sabía buscarla y desearla, pero es tan infinita que termina atrapando al que tiene el privilegio de disfrutar de ella.

- y como se libera uno?- preguntó el hombre.

Recordando y Construyendo contestó la voz,
Recordando primero lo que mas se quería antes de entrar en el bosque y por qué se perdió.
Luego Construyendo a partir de esos recuerdos un camino que le permita salir del bosque y recuperar lo que quería.

Pero cuando salga del bosque perderá lo que mas desea ahora mismo, rebatió el padre.

Te equivocas, sentenció la misteriosa voz, el camino así construido será tan grande que perdurará y le servirá para volver al bosque cuando quiera.

- entonces entraré a buscarlo- concluyó el padre.

Éntró en el bosque y buscó y llamó a su hijo, pero no obtuvo respuesta.

Mientras el niño seguía admirando y disfrutando de cada nuevo rincón del bosque, pero dentro de él crecía una duda. Sabía quien era, pero había olvidado quien había sido. Sabía que este era su bosque pero no reconocía ninguna otra pertenencia en su memoria. Era consciente de su movimiento pero no de la dirección de éste, el creía que se elevaba y volaba y en realidad avanzaba hacia el corazón del bosque, aislandose cada vez mas y mas.

El padre continuaba buscándolo, agotado y exhauto se avandonó a  la locura del jardín del edem que se extendía ante él. Extrañamente se sintió cómodo, reconfortado y hasta insensible de alguna manera, ante la idea de perder a su pequeño, tal era el poder embaucador del bosque. Pensó que si su niño había encontrado un sitio tan hermoso, era por que se lo merecía, y ellos (los padres) se merecían perderlo por desatenderlo y no darle el amor, el cariño y la comprensión que el les damandaba.
Decidió así abandonar la búsqueda, pero pensó que hubiera sido hermoso poder decirle que comprendía su decisión, que deseaba que fuese feliz en su bosque y que ellos estarían simper en casa esperándolo. Pero era demasiado tarde para eso, el niño ya no estaba allí y no podía llegar allí....

pero la magia de la naturaleza recogió la esencia del mensaje y la convirtió en susurro que arrastra el viento, y al pasar por los árboles movía las hojas secas y estas emitían un nostálgico sonido que llegó a oídos del niño de nuevo en forma de susurro...Se introdujo por sus conducto auditivo, llegó a su cerebro y se instaló en su alma. Se emocionó y logró recordar algunos maravillosos momentos de su niñez en la granja junto a ellos. RECORDO y quiso salir, quiso volver atrás, desandar lo avanzado, pero no supo, o no pudo. Estaba demasido cerca del corazón del bosque y allí su poder de absorción era infinito. Necesitaba ayuda, peor nadie podía llegar allí. Intentó buscar una salida, pero la inmensidad del bosque y la espesura le impedían ver senderos ni caminos. Entondes comenzó a caminar en una sóla direccilón con la firme convinción de salir del bosque, de dejarlo atrás, volviendo a casa para recuperar su vida. Y caminó y caminó, así estuvo mucho tiempo, pasando por las mil y una estancias del bosque, dando vueltas y buscando una salida. Varias veces estuvo muy cerca de sus límites, pero la espersura y el largo camino hasta su casa no se lo dejaban intuir y volvía así de nuevo hacia el corazón del bosque una y otra vez.

Entonces se dió cuenta, lo que tenía que hacer no era buscar una salida para huir y dejar atrás el bosque, su bosque. No no era eso lo que tenía que hacer, en realidad tendría que construir un camino que uniese su amado bosque y su añorado hogar.

Y así buscó en su corazón y encontró su nuevo hogar.

ches.   (Para Xoel, por que supongo que algún día estarás perdido)

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