jueves, 28 de junio de 2012

LIMBO


Volverás a amar,  eso es seguro,
volverás a yacer junto a otro y tus suspiros llenarán los vacíos de su alma.
Pero
¿Serán tus ojos de nuevo anuncio de dulce castigo?
¿Tus susurros tambalearán el ser de algún incauto?
¿Alguien apreciará el sabor de tu ser?
¿el olor de tu pena?
 ¿la suavidad de tus sentimientos?
Mas nunca  volverás a probar el cáliz de mis venas.

Porque fuimos infierno,
quisimos subir al cielo
y nos quedamos en el maldito limbo.

Ches.

REFLEXIONES


¿Cuanto te pude amar?
¿Cuanto nos pudimos amar?
Cuan grande nuestro amor pudo haber sido.


¿Hasta donde llega la magia?
Justo hasta el día que dejas de creer en ella.

Donde estabas entonces
 cuando tanto te necesité.

¿Por qué gritas con voz invisible?
Dueño de una voz sin alma, rey de los perdedores.

Ches.

TERMINO DESCRIPTIVO


Sigo siendo yo.

No menos de veinte veces, en el período temporal
que abarca desde mi cumpleaños hasta el momento presente,
he leído de mil labios diferentes el siguiente término descriptivo
hacia mi persona,  “CALZONAZOS”.
Calzonazos por no discutir y no levantar la voz,
Calzonazos por ser caballero a la antigua, es decir educado, mejor aún  carca.
Calzonazos por pensar en los demás antes que en mi mismo.
Calzonazos por aguantar hasta el final, por entregar siempre hasta el último aliento de mi ser defendiendo causas perdidas.

Pues bien esto es lo que tiene que contestar este orgulloso calzonazos:
Que si, que cualquier tiempo pasado, por supuesto fue mejor.
Que es mas valioso escuchar en silencio que gritar para no oir lo que te tienen que decir.
Que mas vale la felicidad provocada con tus acciones en los demás que la solicitada como obligación.
Que mas vale Calzonazos que inflado de ego.
Porque de mujeres de calzonazos no están llenos los cementerios.
Y porque al igual que tú soy epicúreo y soy calzonazos por que me hace feliz.

 Ches

AL CARAJO


Heme aquí de nuevo
tras innumerables vueltas, alegrías y sinsabores,
y cuando el cosmos empezaba a detenerse
pareciendo retomar el sentido otro hora perdido,
surgen los hados y tarántulas laboriosas del destino
y en una sumamente estudiada maniobra
todo vuelve a irse al carajo
y mi alma
resentida de nuevo boca abajo.

Ches