Como no te voy a ver, tampoco te podré sentir.
Como no te sentiré perderé la noción de felicidad.
Si ya no soy feliz lloraré desconsoladamente.
Mis llantos desconsolados atraerán tu alma.
Si tu alma me arropa las lágrimas se secarán.
Al cesar el llanto la felicidad volverá,
y se alimentará hasta el fin de los días
de la esperanza de tenerte a mi lado.
