lunes, 15 de octubre de 2012

GIGANTE



Quizá no haya fuerza en el mundo para hacerte cambiar de parecer,
quizá la marea no llene tu alma otra vez,
quien sabe, la noche no siempre nos tiñe de oscuridad,
al igual que el dolor no te inclina si tu no te quieres doblar.
Así me siento yo:
un gigante que no quiere doblar,
al que la oscuridad no le alcanza
y llena almas con su felicidad.
Un gigante anclado al suelo y a la realidad
al que no habrá fuerza en el mundo que lo logre inclinar.

Ches. (escrito el 6 de octubre en Ourzazate)

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