- ¿Qué son los girasoles?- le
preguntó la chica del pelo largo al tímido chiquillo con el que casi no había
hablado en toda la excursión, mientras recorrían el sendero que los llevaba de
vuelta al autobús.
El chico abrumado y enrojecido,
calculó las posibilidades de que una chica como ella se fijase en un ser
minúsculo como él, como el resultado le salió muy próximo a cero en su
aproximación más favorable, se sintió aliviado y comenzó a hablar:
- " Según cuenta la mitología griega, el Dios
del océano y la Diosa del mar tenían una hija llamada Clitia. Esta vivía
enamorada del Dios Apolo que era el Dios griego del Sol. Ella observaba, desde
el patio de su castillo en una isla en medio del mar, como apolo salía de su
castillo del Este en su carro de fuego todos los días y como recorría el cielo
hasta llegar a su castillo del Oeste. Durante tanto tiempo lo observó y no dejó
de hacerlo y no hacía otra cosa, que se volvió un vegetal, su cuerpo un tallo
débil y verde, y su preciosa cabeza en flor amarilla. Y esta gran flor se pasó
la vida observando al sol desde que sale hasta que se pone."
-
- Es preciosa la historia- le sonrió la joven.
-
- Eso es sólo el
mito griego, quieres saber mas sobre la verdadera historia de los
girasoles – se atrevió a proclamar el otra hora tímido muchacho.
- - Pues claro que sí- y se detuvo en su caminar y
sentándose en la hierba invitó al muchacho a que la imitase.
- - Entonces quieres conocer la historia de los
girasoles….muy bien pues te la contaré…
“La primera parte de la historia
ya la cuenta la mitología griega, una princesa que se convierte en flor por no
hacer otra cosa que observar a su amado. Bien pues sabes que los girasoles
jóvenes hacen eso, se pasan el día buscando al sol, lo aman tanto que no pueden
perderlo de vista. Pero un día un girasol cansado y agotado del ritmo de sus
compañeros, decidió no seguir girando. Cuando pasaron las horas descubrió que
el cielo estaba lleno de otros seres bellos y hermosos, y en especial aquel tan
grande y que cambiaba de forma cada día, aquel plateado que unos días brillaba
y otros emitía sombra, el girasol se enamoró de la luna. Varios días estuvo
siguiendo a la luna en vez de al sol, pero sus raíces no le permitían seguir
girando en ese sentido. Entonces se arrancó sus raíces que no le permitían
rotar con su amada y se murió, pero de su raíz nacieron nuevos girasoles,
fuertes y determinados, que al crecer si
pudieron girar con la luna.
Por eso existen girasoles que en
la época adulta se desvían del resto y giran a destiempo con respecto al grupo.”
-
- Que bonito – dijo la chica y añadió- es lo más
tierno que he escuchado nunca.
- - Pues todavía te falta conocer por que el pez es
el mejor amigo del girasol- se burló el chico y preguntó a la anonadada
chiquilla- ¿y tu sabes por que los girasoles viejos miran al suelo?
-
- Claro que no, pero ¿me lo vas a contar verdad? –
se emocionó la cada vez más emocionada muchacha.
“Pues la razón
de que miren al suelo es de un girasol de esos que miraban a la luna. Tanto se
enamoró este del astro del cielo, y tanto esfuerzo hizo por alcanzarlo que
creció mucho mas de lo normal. Aun así no alcanzaba y lloró y lloró, y no dejó
de llorar. Y sus lágrimas formaron un charco, y siguió llorando y llorando y el
charco se convirtió en un pozo, pero no pudo dejar de llorar y llorar, y sus
lágrimas hicieron que el pozo se convirtiese en un lago. Aun seguía llorando
cuando se le acercó un pez de vivos colores y
le preguntó:
-
- ¿Por qué
lloras?
-
- Pues porque no alcanzo la luna tan alta y
hermosa en el cielo- le respondió el girasol.
-
- Pero porque intentas un imposible, tú que eres
libre y no un necio que deba hacer caso a una disciplina- le lanzó el pez.
- - ¿Pero por qué dices eso amigo?- se extrañó la
flor.
- - Si en vez de mirar al cielo por imposición,
mirases más a tú alrededor encontrarías consuelo a tu afligido corazón- y según
acabó de hablar el pez se fue nadando.
El girasol
obedeció, comenzó a buscar a su alrededor y nada encontró. Entonces agachó la
cabeza abatido y sus ojos reposaron sobre el cálido y brillante reflejo de su
amada en el lago. Sintió que sus raíces se comunicaban con el agua del lago, y
que de esa manera recibía el abrazo de su amada. Supuso que siempre estaría con
él y que nunca le abandonaría….
Por eso todos
los girasoles cuando son jóvenes miran hacia el sol, pues este es lo más llamativo
y su fuego oculta el resto del cielo.
Igualmente
cuando maduran algunos se desvían y descubren el resto del cielo y la luna.
Y por eso
cuando son viejos añoran la luna y agachan la cabeza renegando del sol y
buscando a su amada en el lago infinito de las lágrimas vertidas.”
-
- Es lo mas hermoso que he escuchado nunca- dijo
la chica clavando sus ojos en él.
- -
Es sólo una historia- dijo muy seguro de si
mismo el chico observando los hipnotizados ojos de la muchacha.
Y un silencio
duradero se instauró entre los dos adolescentes, que sólo se rompió con el
armonioso sonido de sus besos.
ches. (para Luth porque una promesa es una promesa y un cuento es eso, un cuento)
No hay comentarios:
Publicar un comentario