Los silencios discutían sobre nuestro destino,
las miradas, capote tendido a las pasiones,
la música, la excusa perfecta,
sangre y sudor sobre la arena.
El coso estalló en mil sonidos y colores
y todo fue sentimiento y magia.
No hubo tiempo a mas,
la mente se sumergió
y buceamos en las profundidad
de nuestras insondables almas
buscando una razón para todo aquello.
Lo mejor, la conclusión: "nos gusta serlo"
Ches (para los festivaleiros)
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