miércoles, 24 de agosto de 2011

En mi caverna

Escribo desde mi caverna particular, a la que he llegado por méritos propios,
cúmulo de aciertos y errores, tropiezos y estados eufóricos malinterpretados.
Aquí solo veo sombras, tropiezo, me levanto y vuelvo a tropezar.
Intuyo la luz  a lo lejos y tengo miedo de avanzar.
Pero me lo debo, se lo debo a quienes confían en mí,
pero sobre todo te lo debo a ti.

No quiero que la caverna me transforme, no quiero mudar de ser.
A pesar de las críticas y consejos,
creo que la conducta mantenida en este proceso de autocavernización
no se aleja de mi esencia, es la correcta,
es la elegida por mí, es mi forma de entender el mundo.
Alguna actitud propia no me ha gustado, y reconozco que en ello he errado,
infringiendo con ello gran daño a las personas que he amado.

Pero eso no implica cambiar mi esencia,
sino reconducir actitudes y comportamientos.
Espero salir de la cueva sin rencores profundos,
sin heridas abiertas y con mis entrañas sanas.
Ojalá consiga seguir confiando en la especie humana,
En las relaciones personales y en la pureza del alma.
La fuerza de la amistad mostrada por muchos,
me ha confirmado que las acciones pueden mas que las palabras,
y que el poso que dejas en los demás
es independiente del número de veces que hables con ellos.
Me gustaría saber transmitirte esto, espero que crezcas libre,
que entiendas algún día porque te escribo,
y por que te lego este pensamiento,
ya que mi ser es mi mayor tesoro y mi única herencia.

ches

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